El peso, la gramatura o el gramaje de un papel se refiere a la masa del papel medida en gramos por metro cuadrado (g/m²). Esta medida indica la densidad del papel, es decir, cuán pesado y grueso es por unidad de área. La gramatura es uno de los factores principales que afectan la calidad, la textura, la opacidad y la rigidez del papel.

En términos prácticos, los papeles con gramajes más bajos son más finos y flexibles, mientras que los de gramajes más altos son más gruesos y rígidos.

Como ejemplo:

– Papel de periódico: Generalmente tiene una gramatura entre 45 g/m² y 50 g/m², siendo bastante fino y algo transparente.
– Papel de oficina: Frecuentemente utilizado en impresoras y fotocopiadoras, tiene una gramatura en torno a 80 g/m² a 100 g/m².
– Cartulina: Posee una gramatura que puede variar entre 150 g/m² y 300 g/m², siendo más rígida y opaca.
– Papel para acuarela o impresiones fine art: Puede tener gramajes que van desde 230 g/m² hasta 640 g/m² o más, ofreciendo una alta rigidez y una extraordinaria capacidad de absorción. Los papeles giclée o fine art europeos suelen estar alrededor de los 300 g/m². Sin embargo, el mismo tipo de papeles, pero originarios de países como Japón —los papeles Awagami, que también comercializamos— son un ejemplo de ello, siendo tradicionalmente mucho más ligeros, comenzando incluso alrededor de los 40 g/m².

La elección de la gramatura adecuada depende del uso previsto para el papel. Muchas veces, la decisión se centra más en el aspecto estético y funcional que en cuestiones de longevidad o resistencia mecánica del papel. ¡Y así debe ser, nos atreveríamos a decir!